MUNDO SENSORIAL HUMANO 3ª parte: Ser vistos

Autor: Jacob García de Rueda

TE PROPONGO UN EJERCICIO:

RECUERDA ALGÚN MOMENTO DE LA INFANCIA en que te sentiste aceptado y reconocido por un adulto y evoca el tono emocional e imágenes que acompañaron la experiencia.

SUELEN SER MOMENTOS EN LOS QUE NOS RELACIONAMOS SIN PALABRAS con otras personas. Quizás se trate de un intercambio de miradas, de una sonrisa o de un momento en el que nos sostuvieran, abrazasen o cogieran de la mano.

NO HAY NADA QUE NOS HAGA SENTIR MEJOR, más relajados y más en paz que aquellos momentos en que sentimos que alguien nos ve, nos reconoce y nos acepta. Es algo más que un recuerdo consciente, porque nuestro organismo lo sabe, nuestra alma lo sabe y nosotros lo sabemos de manera no conceptual, un conocimiento profundamente conmovedor.

COMO ADULTOS, PODEMOS REVIVIR EL PODER CURATIVO DE ESA MIRADA DE ACEPTACIÓN, reconociendo a nuestros semejantes tal como son, sin expectativas, miedos, juicios o esperanzas. El reconocimiento y la aceptación que constituyen un alimento profundo para el alma y una puerta abierta a la bondad que nos conecta directamente con el corazón del otro.

EL HECHO DE SER VISTO, SENTIDO Y ACEPTADO establece un circuito misterioso de reciprocidad de presencia que Thich Nhat Hanh denomina “interser”. Una presencia que nos reconforta y nos invita a ser quienes de verdad somos. Una mirada en que la soberanía de nuestro ser ha sido realmente vista, aceptada y reconocida.

HAZ EL EJERCICIO: PRUEBA A MIRAR A ALGUNA PERSONA CON ESTA MIRADA DE ACEPTACIÓN

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