CÍRCULOS DE MUJERES
Estar en un círculo es una práctica de aprendizaje y crecimiento
que se nutre de la experiencia y la sabiduría,
del compromiso y del valor de cada una de las mujeres que hay en él.
Jean Shinoda Bolen
Estamos en una nueva era donde la mujer necesita reconectarse con su cuerpo (ciclo femenino), con su “yo” profundo y despertar su consciencia. Un círculo de mujeres es una hermandad benévola que te permite redescubrirte y ser tú misma.
El círculo de mujeres, un concepto ancestral
En su origen, esta tradición ancestral permitió a las mujeres encontrarse, apoyarse, intercambiar y transmitir sus conocimientos (cocina, cuidado natural, etc.). Las mujeres también iniciaron y acompañaron a las jóvenes para preparar su primer período integrándolas al grupo.
Celebración de lo femenino
Al igual que Gaia, esta celebración de lo femenino no tiene cultura, religión ni edad. Es un lugar cálido, cuidado y acogedor. Un lugar donde aprendemos sobre el ciclo de la vida: nacimiento, muerte, luego renacimiento, pero también un lugar donde podemos hablar libremente. Descubrimos la importancia de conocernos y aceptarnos, porque visualizamos cosas esenciales para nuestro equilibrio interno.
Descubrir la armonía total
Los círculos de mujeres nos permiten descubrir la armonía total, evolucionar, encontrar nuestro rumbo, nuestra forma de vida. Reforzamos esta conexión con la luna y la naturaleza, representando así la feminidad. También nos permite explorar y reconectarnos con nuestro sagrado femenino, comprender mejor nuestro lugar en el universo y percibir el mundo que nos rodea de manera diferente.
No hay nada más hermoso que una mujer guerrera que se destaca en su poder, su coraje y su confianza. Desde esta fuerza, puede amar a todo ya todos, de una manera que transforma el mundo que la rodea.
N. Delhaye
Los beneficios de los círculos de mujeres
¿Cuáles son las virtudes de un círculo de mujeres? En primer lugar, esta hermandad brinda una escucha activa a los participantes, sin consejos ni juicios.
Este círculo de palabra permite que las mujeres se abran (en total confidencialidad) y expresen todo tipo de emociones. Este espacio promueve la creación de un vínculo femenino, pero también la reconexión contigo misma a través del descubrimiento de tu poder interior y de tus energías. Al participar en un círculo de mujeres, puedes contar tu historia para sanar tus heridas femeninas, profundizar tu feminidad, explorar tus emociones y alinearte con tu naturaleza cíclica.
Una experiencia enriquecedora
Vivirás una experiencia enriquecedora que te aportará mucho, especialmente para:
ocurre que tu sonrisa es la superviviente
la estela que en ti dejó el futuro
la memoria del horror y la esperanza
la huella de tus pasos en el mar
el sabor de la piel y su tristeza
when you are smiling
the whole world
que también vela por su amargura
smiles with you.
Mario Benedetti
Reconecta con tu sagrado femenino
Imagínate a ti misma, una mujer poderosa y segura de sí misma, animada por la conexión con tu diosa madre. Siente esta bendición de la vida, esta esencia femenina que te permite vivir en armonía con la naturaleza y con el amor. De hecho, reconectar con tu sagrado femenino significa recuperar tu fuerza interior intuitiva. Encuentra la armonía y el equilibrio entre el sagrado masculino y el sagrado femenino para complementarse, para multiplicar tus fortalezas.
¿Quieres conocer tu verdadero poder?
La mujer percibe más su creatividad y su poder al tomar consciencia de sus genitales y de su cuerpo. Esta feminidad pura ilustra a la perfección tu ciclo menstrual, presente en cuatro fases: primavera (renacimiento), verano (fertilidad), otoño (fecundación) e invierno (reconexión). Estos ciclos naturales de las estaciones hacen eco de tu sagrado femenino, tu profunda naturaleza.
¿Por qué reconectarte con tu sagrado femenino?
Para ser tú misma, es fundamental aceptarte como mujer. Así, podrás acoger, vivir, crear y sentir toda esta belleza interior, que es la tuya. Respetando a los demás, te respetas a ti misma y respetas tu cuerpo. Tu relación con tu yo profundo cambia, evoluciona, se suaviza, se armoniza.
Todo lo mío me pertenece: mi cuerpo (incluyendo todo lo que este hace); mi mente (incluyendo todos sus pensamientos e ideas); mis ojos (incluyendo las imágenes que perciben); mis sentimientos (cualesquiera que éstos puedan ser: ira, alegría, frustración, amor, desilusión, excitación); mi boca (y todas las palabras que salgan de ella, agradables, dulces o bruscas, justas o injustas); mi voz (fuerte o suave); y todos mis actos, sean éstos para otros o para mí misma.
Me pertenecen mis fantasías, mis sueños, mis esperanzas, mis temores. Me pertenecen todos mis triunfos y éxitos, todos mis fracasos y errores. Porque todo lo mío me pertenece, puedo llegar a familiarizarme íntimamente conmigo misma. Y al hacer esto puedo amarme y aceptarme, y aceptar todas las partes de mi cuerpo.
Puedo descartar lo que parece no encajar, y conservar lo que sí encajó, e idear algo nuevo para reemplazar lo que descarté. Puedo ver, oír, sentir, pensar, hablar y actuar. Tengo los instrumentos para sobrevivir, para acercarme a los demás, para ser productiva y para hacer sentido y sacar del mundo a las personas y cosas ajenas a mí. Me pertenezco y por lo tanto puedo manejarme. Yo soy yo. Y yo estoy bien.
Virginia Satir.